Cada paso de una rutina facial es importante, pero la limpieza, siendo el primer paso es el inicio para una piel radiante.
Sigue adelante, paso a paso lo que te vamos a contar y disfruta
1. Elige un limpiador adecuado a tu tipo de piel.
Sentir la piel deshidratada, tirante o grasa, también tiene que ver con la limpiadora que estas usando. Como norma general, evita los limpiadores con granules o ácidos. Es muy probable que no los necesites a diario.
2. No laves el rostro varias veces al día.
Nuestra piel necesita un poquito de su propio sebo para protegerse de las agresiones del medio ambiente. Necesita lípidos que mantengan unidas las células para que no se evapore el agua y ademas mantener un ambiente favorable para la microbiota. Así que limpiaba AM y PM
3. Ni poco ni mucho tiempo.
Por la mañana no necesitas hacer doble limpieza, ya que has hecho una limpieza correcta por la noche y no estuvo expuesta a la polución durante tu sueño, así que 15 o 20 segundos serán suficientes . La excepción será si duerme en un ambiente poco favorable o tienes exceso de sebo
4. No te enfoques solo en las mejillas o la frente.
A veces nos olvidamos de frotar zonas como el entrecejo, la zona maxilar, las aletas de la nariz, el nacimiento del pelo o el cuello
5. Retira bien tu limpiador.
La mayoría usan tensioactivos como detergente, por lo que es necesario tomarte un tiempo en aclarar tu piel. Y recuerda, agua tibia. Ni muy caliente, ni muy fría.
6. La mejor herramienta para limpiar tu piel son tus manos.
Coloca el producto en ellas húmedas si usas un gel limpiador, secas si empleas uno con base oleosa (leches, basamos o aceites). Si usas accesorios faciales como cepillos, hazlo de manera puntual y ademas debes asegurarte de que este siempre limpios, secos y en buenas condiciones